Derroche de energía.
Si hasta hace muy poco todo era normalidad absoluta y con algunas pinceladas de investigación y curiosidad, ahora estamos en la fase de lo que sería tirar o derrochar energía como si fuese gratis.
Saltos, tirones de muñecos, arrastre de alfombras y carreras por el pasillo, sin contar el destrozo paulatino de un Pothus que daba color al comedor.
Así es Gala... una auténtica Whippet con capacidad para alterar al más tranquilo en su propia casa.
Preocupaciones, algunas, pero las principales, hacer un control visual sobre algún cable eléctrico y evitar que le puedan interesar ciertos muebles de la casa.
La verdad es que en cuanto le prohibes que toque algo, más interés le pone... al igual que un crío. De todas formas, ese nerviosismo típico de la edad, queda compensado por cientos de momentos de afecto, que sin pedírselo, nos dedica de una forma muy especial y muy suya...