Petardos, terror para un Whippet.
Hay algo que Gala ya no soporta ...y es el ruido de los petardos. Cada vez, la sensación, es peor.
Una tarde que podía haber disfrutado de unos buenos amigos de cuatro patas, que la aceptaron y respetaron de buen grado, pues se convirtió en un mar de dudas.
No puedo entender este tipo de prácticas ruidosas, poco Europeas y realmente absurdas para todos, humanos y animales. Esperemos que la percepción de lo que es una fiesta, no se desarrolle haciendo ruido.
Dudas sobre si echar a correr y perderse de este mundo por el maldito ruido lejano de los petardos o hacerse la sorda y disfrutar de esa vida tan sencilla como puede ser la de una perrita feliz, sin inquietudes y sin malos rollos.
Supongo, que los animales y a su manera, también tendrán sus dudas existenciales y que perturban las ideas sobre lo que podría ser una vida amable y sin ruidos absurdos.