Esta publicación les puede ir bien a todos aquellos que en cierto modo sienten algo de tristeza o culpabilidad cuando van a recoger su cachorro pensando en traumas infundados sobre separaciones maternas caninas.
Entrando en el tema y sin demasiados preámbulos, decir que fuimos a ver al criador, criador de la raza Whippet, después de casi cinco meses desde que nos entregó a Gala. Todos pensábamos que podía ser un encuentro un tanto emotivo ya que Gala volvería a ver a su Mamá, pero a decir verdad casi ni se la miró... ¡¡ será posible !! y eso que hace dos días fue el día de la Madre... a decir verdad, no fue exactamente así, pero no hubo demasiado sentimentalismo. El resto fue como un reencuentro con el lugar, donde Gala demostró con total perfección que se acordaba del lugar, incluso se acercó a su propia casa, lugar del nacimiento y cuidados durante sus primeros días.
Por el contrario, y aunque ya lo habíamos comprobado en otras ocasiones, Gala se derretía cuando el criador le hablaba.
Una vez más se pone de manifiesto nuestra incultura sobre el lenguaje de los animales y nuestra predisposición a crear sentimientos o tristezas que en el fondo de los protagonistas nunca existen ni existiran.
Tan solo y para romper la idea que os he querido transmitir, me gustaría que vierais la última foto de esta publicación... es la Mamá de Gala, en el momento de marcharnos.
¿...se despedía de Gala? ¿O quizás no?
